Cuando necesitamos sellar un documento esta claro que necesitamos un sello personalizado, ese famoso dispositivo que nos permite marcar nuestros datos en todo tipo de documentos sin problemas. Y también es muy útil para personalizar folletos publicitarios, invitaciones de boda, bolsas de papel, incluso para marcar ropa con tinta textil. Pero antes de continuar vamos a ver en que consiste eso de personalizar un sello.
Un sello de caucho es un dispositivo que mediante presión permite realizar una impresión normalmente sobre papel. Para que esto sea posible es necesario crear un caucho o goma con un sobrerelieve que se empape al ser apoyado sobre una almohadilla de tinta, de tal forma que luego esta tinta quede absorvida por el papel. Este caucho personalizado se puede fabricar principalmente de dos formas diferentes, con el uso de un fotopolímero o mediante el grabado por láser. Una vez se tiene el caucho personalizado fabricado se une a una montura, que puede ser un simple soporte de madera para realizar el entintando manual o un mecanismo de entintado mecanico, más conocido como sello automático. De esta forma ya tenemos el sello personalizado listo para ser usado.
Antiguamente en un sello de caucho personalizado se ponian letras y numeros y nada más, pero actualmente con las nuevas tecnologías se pueden personalizar los sellos con todo tipo de logotipos y gráficos con bastantes detalles. También existen los sellos personalizados que incorporan un fechador para que en cada estampaciones quede registrada la fecha, o con un numerador. Normalmente en un sello personalizado se incluyen datos fiscales o comerciales, de sociedades o trabajadores autonomos, aunque también puede ser para uso personal, como para marcar libros de una colección privada, estos sellos personalizados son más conocidos como ex-libris.
Un sello personalizado ex-libris esta pensado para marcar los libros de una colección privada, de tal forma que sea fácil indentificar a su propietario. Imaginesé que tiene una colección de 10.000 libros, y como es lógico con tal colección la cantidad de amigos lectores es también explendida, y como no puede ser de otra forma entre usted y sus colegas hay un constante tráfico de libros. Probablemente sin un sello personalizado ex-libris dificílmente retonarian los libros a sus legítimos dueños.